¿Comiendo ultraprocesados? Dos estudios los asocian con más riesgo de cáncer y mortalidad

Por Antonio Gutiérrez Pérez
Alimentos ultraprocesados como una pizza o una hamburguesas
21 de Septiembre de 2022. 15:09h

Está claro. A quién no le gusta comer mal de vez en cuando. Que si algo de bollería, que si una pizza, que si alcohol. Todos podemos caer en dichas tentaciones, pero debes saber que cada vez que comes ultraprocesados o alimentos similares, estás inclinando tu balanza hacia el lado de la enfermedad. La dieta se erige como el aspecto más importante para el desarrollo (o no) de enfermedades crónicas como la obesidad o la diabetes. 

Los últimos estudios publicados por la revista “British Medical Journal” indican que las personas que tienen una dieta pobre, basadas en alimentos ultraprocesados, tienen un 30 % más de riesgo de padecer cáncer de colon. El segundo estudio indicó que las personas que comen de una forma poco saludable tienen un 27 % más de posibilidades de morir por una enfermedad cardiovascular.  

Estos datos todavía son más alarmantes después de conocer, como sabemos, que las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las primeras causas de muerte en el mundo. 

¿Qué tienen de malo los alimentos ultraprocesados? 

Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por tener más sal, más azúcar, más grasas y menos vitaminas y minerales. ¿Podemos poner ejemplos concretos? ¡Por supuesto! Ultraprocesados serían los aperitivos, bollería industrial, galletas edulcoradas, bebidas azucaradas y productos listos para cocinar como las pizzas o hamburguesas. 

Nuestra docente especializada en Nutrición, Ana María Trigo Fonta, señala que “lo malo de los ultraprocesados no son los aditivos, sino el perfil nutricional, ya que suelen contener harinas refinadas, azúcares, grasas poco saludables y otros ingredientes insanos con el objetivo de crear combinaciones irresistibles para el paladar”. 

Cabe destacar que no existe evidencia científica de que consumir alimentos ultraprocesados provoque directamente enfermedades crónicas, pero sí que hay constancia de que consumir en exceso estos productos puede aumentar el riesgo de padecer problemas cardiovasculares. Así, pues entre nuestros retos diarios debe de estar, obligatoriamente, el de consumir menos cantidad de ultraprocesados o llegar a reducir nuestro consumo a cero. 

¿Cómo puedo comer bien si es mucho más caro? 

Aquí llegamos a una de las cuestiones más importantes. Y es que, si es mucho más barato comer mal, ¿cómo vamos a conseguir que la población se alimente bien? Tenemos que pensar en el momento de inflación que atravesamos y en las dificultades de muchas familias para llegar a final de mes. Por ello, si no hacemos accesibles los alimentos sanos y naturales, la gente va a seguir optando por comer productos ultraprocesados. 

La gente necesita alimentarse, pero no necesitan alimentos ultraprocesados. Al final, está claro que la población debe de tener acceso a productos baratos, pero hay que evitar dichos productos si atentan contra la salud de las personas. Por ello, la solución que señalan multitud de científicos y expertos es la de hacer que los alimentos frescos y mínimamente procesados sean atractivos y asequibles. 

Consejos para evitar los alimentos ultraprocesados 

A nosotros también nos ha pasado. Hemos recurrido a alimentos ultraprocesados, excusándonos en la falta de tiempo, en el fácil acceso de estos productos o en lo caro que resulta comer sano. Pero cuando se trata de la salud, no hay un precio caro. ¿Cómo puedes evitar caer en la tentación de comerte una galleta o comerte una pizza?  

A continuación, Ana María Trigo Fonta, graduada en Nutrición Humana y Dietética y docente del área de Nutrición de INESEM, nos trae los siguientes consejos: 

  • Que comience lentamente para no echar de menos los ultraprocesados, disminuyendo su consumo y aumentando los alimentos de calidad. 

  • Que complemente sus comidas con alimentos frescos (por ejemplo, un plátano o una manzana en el desayuno y verduras en la comida), ya que la mitad de su plato deberían ser frutas y verduras. 

  • Que tome menos bebidas azucaradas y más agua. Si el agua le cansa, que pruebe agua con gas o le añada fruta, para darle un toque de sabor. 

  • Que evite agregarle sal a la comida. Si necesita darle más sabor, que utilice ajo o pimienta. 

  • Que limite o evite las carnes procesadas, como el tocino y las salchichas. 

  • Que planee con anticipación las comidas, aprovechando los fines de semana para organizar los alimentos que tomará durante la semana siguiente. Separando porciones de frutos secos, zanahorias y apio con hummus, así como frutas que estén listas para llevar. 

  • Que utilice sustitutos para snacks o comidas altamente procesadas. Por ejemplo, en vez de tomar nachos con hummus o guacamole, que utilice pepino y zanahoria. También, que reemplace el cereal azucarado por harina de avena sin azúcar y le ponga fruta para darle más sabor... 

  • Y, por último, que no se deje engañar por la publicidad. Si ve alimentos modificados en su contenido de grasa o azúcar, como mayonesa sin grasa o yogur sin azúcar, que tenga cuidado, ya que pueden tener ingredientes artificiales como colorantes o incluir otros aditivos químicos como edulcorantes artificiales, lo que los convierte en comidas mucho más procesadas y menos saludables. 

Tu salud es la que está en juego 

Si eliges comer alimentos ultraprocesados, el que está poniendo su salud en juego eres tú. Nadie más. De ti depende tener una vida más sana y más plena, porque está claro que por comerte una palmera de chocolate no te vas a morir mañana de manera inmediata, pero la calidad de vida con la que vas a envejecer no va a ser la misma. Aparte que ya hemos visto que estarás comprando más papeletas para que te toque una enfermedad crónica. 

Opta por la fruta fresca, los frutos secos, las palomitas de maíz, los zumos de frutas, las verduras o las legumbres. En España, por ejemplo, disfrutamos de un amplio abanico de alimentos saludables a nuestro alcance, siendo más que sencillo comer bien. Por ello, te animo a que cambies tus hábitos y empieces a vetar cualquier alimento ultraprocesado que llegue a tu vida. 

Si no te lo quieres creer, te animamos a que completes una de nuestras formaciones en alimentación en INESEM. Por ejemplo, contamos con un Curso en Dietética y Nutrición, que posee 30 créditos ECTS. Aquí podrás comprobar en profundidad qué alimentos son más nocivos para nuestra salud, además de que podrás profesionalizarte y ayudar a que muchas personas mejoren su relación con la comida. 

¡Vamos allá! 

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